Alojamiento
La mayoría fueron reservados a través de Booking.com, casi todos con reservas cancelables hasta última hora. Procuramos reservar habitaciones con aire acondicionado y piscina, teniendo en cuenta otras experiencias de viaje en países tropicales. El rango de precios para una habitación doble fue de 23€ la más barata a 55€ la más cara.
En general la mayoría de nuestros alojamientos, que podéis ver en el mapa, puntúan alto, pero nos gustaría destacar tres de ellos en los que repetiríamos seguro:
Casa del Solar en Cozumel
Hotel Santa Ana en Mérida
Saak Luúm Ruta Puuc en Sacalum
Después de nuestra experiencia, os hacemos las siguientes recomendaciones:
- Nos reafirmamos en que acceso a una piscina es una gran idea. En algún caso no la utilizamos – por no estar suficientemente limpia – pero cuando lo hicimos nos ofreció un descanso del calor, y un momento de relajación.
- No lo habíamos pensado antes, pero agradecimos acceso a frigorífico y, mejor aún, cocina compartida. Nos permitió comer más fruta, ahorrar en algunas comidas y descansar de la comida mexicana preparando ensaladas y bocadillos sencillos y poco condimentados.
- Puede ser interesante fijarse en si el alojamiento tiene desayuno incluido, ya que un buen desayuno mexicano (café, huevos, fruta, etc.) es muy nutritivo y nos costará entre 4 y 7 euros en un restaurante según el destino.
- Pedir ver la habitación antes de pagarla.
- Ojo con los hoteles en edificios coloniales. Por su construcción, las habitaciones dan a patios interiores, y a veces les falta luz natural. Si es algo que valoráis, tenedlo en cuenta a la hora de hacer la reserva.
Transporte
En nuestro viaje utilizamos transporte público (autobús ADO, ferries, transporte local en Cancún, Uber al aeropuerto). También alquilamos una moto en Cozumel (dos días) y un coche en Playa del Carmen (9 días) con el objeto de facilitar nuestro periplo yucateca.
¿Alquilar o no alquilar coche?
Pues, como casi siempre, depende de tu presupuesto y de lo que estés buscando en tu viaje. Nosotros habíamos leído que Q.R. y Yucatán son estados bastante seguros para la conducción, así que nos aventuramos por todo tipo de carreteras: generales, locales, y hasta de tierra, para acceder a algún cenote.
Tener coche nos permitió visitar los cenotes que mejor pinta tenían, además de pasar por un sinfín de pueblitos y parroquias con sus tienditas, plazas, iglesias, edificios…una experiencia mágica y más difícil de tener en autobús o colectivo (furgoneta de pasajeros). Nosotros contratamos el coche más sencillo de la oferta de America Car Rental, y terminamos pagando en torno a 70€/día, con la mayor cobertura de seguro y gasolina incluida.
Otro tema recurrente en nuestras investigaciones fue la posibilidad de que la policía nos pidiera mordidas (sobornos por una supuesta infracción). Pues bien, después de pasar muchos controles, podemos atestiguar que, al menos en nuestro caso, los agentes de policía fueron correctos y amabilísimos en todo momento. Como anécdota, en Valladolid nos metimos en una calle en dirección prohibida, con tan mala suerte de que en ese momento apareció un pick-up policial. Cuando ya esperábamos la detención, simplemente encendieron la sirena y nos indicaron con gestos que diéramos la vuelta.
Si prefieres moverte por transporte público, hay bastantes opciones. Entre los lugares más turísticos – ciudades y puertos – tienes los autobuses ADO, que son muy cómodos. Eso sí, baratos no son; por ejemplo:11€ p/p del aeropuerto de Cancún a Playa, o 16€ p/p de Playa a Chiquilá (Embarcadero para la Isla Holbox).
Recomendaciones:
- Evita las carreteras de peaje (llamadas “de cuota”): son caras, aburridas y hay alternativas cómodas y seguras.
- Investiga si tu hotel tiene aparcamiento, sobre todo en las ciudades más grandes (Mérida, Campeche).
- Contrata seguro a todo riesgo, sin franquicia de daños. No es barato pero irás más tranquil@.
- En una gasolinera detectaron que teníamos el líquido de frenos bajo y el aceite de motor “pasado”. Nos recomendaron que, en la medida de lo posible, hay que revisar el coche en la agencia de alquiler, ya que algunas tienen la práctica de entregar coches en un estado “mejorable” para luego inputar los gastos de reparación a los clientes. En nuestro caso, la empresa se negó a reembolsarlos el precio del líquido de frenos que tuvimos que comprar, aduciendo que debíamos haber llamado al teléfono de asistencia en carretera.